

La vida te da lecciones
sobre cómo diferenciar
la basura de las joyas.
Esa es la gran enseñanza
de nuestros cansados días.
Si algo te llega fácil
duda de su real brillo.
Quien se regala rápidamente
no vale nada absolutamente.
Una bella cáscara no dura
y cuando se acaba su brillantez
solo queda el apestoso vacío
de aquella basura interior que solo supo


dedicar sus días a su disfraz.
Pena me da la basura.
Ese es el único sentimiento que me produce
quien no se valora a sí mismo
y vive en base a su egoísmo.
Basura:
Apestosa
Sin valor
Sin esencia
Sin vida

Sin importancia.
El destino de la basura es ser usada
y luego arrojada al borde del camino.
No tiene otro uso.
Y las sonrisas de su disfraz,
son solo eso:
Tristes, vacías y dolorosas
sonrisas de un pobre disfraz.
1 comentario:
Gracias por publicar mi poema, aunque me enteré recién ahora por una búsqueda casual. En el futuro, le pido que me lo haga saber y que consigne el enlace como parte de la fuente. Gracias.
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