1. Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy,
en lugar de creer que debo esperar que otro determine
dónde yo debería estar o cómo debería ser.
2. Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento,
en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
3. Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso
y también el derecho de decirlo, si quiero,
o de callármelo, si es que así me conviene.
4. Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos
que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
lo que yo creo que necesito del mundo,
en lugar de esperar que alguien más
me dé permiso para obtenerlo.
(Virginia Satir)
No hay comentarios:
Publicar un comentario