"Un amigo es aquel que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo".

Kurt Cobain

jueves, 18 de agosto de 2011

Un Amor Difícil de Entender

No se aun lo que siento ni como voy a vencer este dolor que tengo, al saber que me niego a que lo nuestro tenga futuro por muy enamorada que este de ti tengo que comprender que tu tienes tu vida y yo la mía.

Ahora estoy sufriendo al saber que te pierdo, con este dolor no puedo vivir necesito olvidarte, tener mi propia vida pero no lo consigo.

Los otros días cuando te vi. No pude evitar el mirar hacia atrás y echarme a llorar se me hizo un nudo en la garganta y no podía hablar.

Necesito verte y decirte lo que te quiero, pero yo misma me niego a hacerlo. Me encierro en mi habitación sin saber que hacer y me pongo a pensar ¿Por qué no morir en vez de pasarlo mal?

A punto estuve de matarme por no admitir mis sentimientos, por amar a una persona que no merece mi cariño, el cariño de una estúpida que solo te hará daño, la misma tonta que te rompió el corazón diciéndote que amaba otro siendo mentira, a pesar de todo me seguías insistiendo en que nos diéramos una segunda oportunidad y yo te seguía rechazando y cuando por fin consigo que intentes olvidarme, empiezo a pasarlo mal.

Ahora es cuando me arrepiento de todo lo que te he hecho, justo cuando vas a hacer tu propia vida intentando olvidar a una simple niña que un día te rompió el corazón.

Yo no se si me seguirás amando, pero lo que si se es que me odiaras a mas no poder.

Yo quise que intentáramos ser amigos y me dijiste adiós, y la verdad lo dijiste con razón.

Nunca me perdonarás todo el daño que te he hecho y espero que algún día lo hagas, que puedas olvidar todo aquello que te dije como un día tú me llegaste a decir a mí no me acuerdo muy bien con que palabras fue pero más o menos: el pasado ya no existe y el presente hay que vivir.

Ahora es cuando me da por pensar y me gustaría mucho volver al pasado justamente al mismo día en que nos conocimos para poder cambiar muchas cosas de las que ahora estoy arrepentida pero creo que ya es demasiado tarde.

Por eso mismo al escribirte esto me gustaría decirte que siento mucho todo el daño que te he hecho y me gustaría que me perdonaras algún día para que pudiéramos quedar como muy buenos amigos los cuales llegaron a ser algo más.

Y por ahora decirte adiós y hasta siempre y que nunca podré olvidar lo feliz que llegue a ser en esos días en los que estuve contigo por que fueron los mejores días de toda mi vida.


jueves, 11 de agosto de 2011

Sentado en un Rincon

Sentado en un rincón de mi vida, viendo pasar a las personas, me di cuenta que mientras yo lloraba por mis heridas pasadas y por el daño que otros me hicieron, el resto del mundo seguía girando.

Que mientras yo me quejaba por mis errores y suspiraba por mis pérdidas, el mundo seguía girando.

Que mientras yo me lamentaba por lo que no pudo ser, por los amores perdidos, por el tiempo desaprovechado, por los viajes sin hacer, por las comidas sin probar, el mundo seguía girando.

Que los demás siguieron su camino, avanzando, creciendo, y yo me quedé sentado, esperando consuelo, alguien que me levantara o tal vez una solución a mis problemas.

Que mientras no podía recordar la última vez que fui feliz sólo por serlo y agradecer la vida que tengo, el resto del mundo seguía girando.

Que la vida me pasaba y yo me perdía oportunidades mientras el mundo seguía girando.

Hasta que un día decidí levantarme y seguir mi propio camino, darle a cada persona y a cada instante su justo valor, sonreír más seguido, abrazar más fuerte y querer con más ganas.

Decide vivir y contarles lo que es estar sentado en un rincón, al margen de tu propia vida mientras el mundo sigue girando.

¿Que Hacer con la Ratas?

Después la Segunda Guerra Mundial, un joven piloto decidió hacer una peligrosa y larga travesía, utilizando un pequeño avión monomotor. El reto era grande y requería de mucha energía y concentración. Avanzado en su viaje, sus instrumentos comenzaron a comportarse en forma extraña y, al investigar, se dio cuenta que llevaba una rata en el avión, que estaba royendo los cables.

Esto causaba que los instrumentos dieran lecturas incorrectas, lo cual probablemente tendría como consecuencia que el piloto tomara decisiones equivocadas, que, en su posición, serían fatales. En ese instante recordó algo que le había enseñado su instructor:

- Cuando encuentres ratas en tu vuelo, en vez de gastar tu energía y ponerte en peligro peleando con ellas, ¡elévate! Elévate lo que más que puedas, las ratas no resisten la altura.

Algunas veces tenemos pensamientos y emociones que son como esas ratas. Las ratas en la muchas ocasiones sólo son los fantasmas creados por nuestros miedos. Sólo toma distancia del suelo. Tu pasión es la gasolina de tus sueños, úsala para mirar hacia lo que quieres y no te distraigas mirando hacia lo que no quieres.

Recuerda que puedes dirigir tus controles hacia un universo entero de posibilidades. En vez de estar ocupado y preocupado con una rata, siéntete orgulloso de no dejarte sacar de tu rumbo. Piensa que cuando llegues, no querrás recordar que te gastaste la mitad de tu viaje demostrándole a las ratas quién era el piloto. Recordarás, una vez más, como supiste dejar atrás los obstáculos.

Vuela alto, tan alto como tus sueños, y cuando sientas los vientos y los peligros, no mires para abajo, siempre mira hacia arriba, porque ese es el sitio al que perteneces.

Luis Castellanos

Infidelidad. El Estrés de Ser Tres

Las relaciones de Pareja son algo que a todos nos interesa, puesto que todos tendemos, hemos tenido o tenemos relaciones de pareja, bien sea hombre-mujer, hombre-hombre o mujer-mujer. Todas las reflexiones que puedan salir sobre este tema son de interés general, no solo lo que pueda decir yo al respecto, sino lo que todos podamos aportar.

Es impresionante como el papel del infiel no es tan fácil como muchos podemos pensar; los infieles, hombres y mujeres, viven paranoicos y hacen malabares para ocultar sus huellas.

Entre estos están: Preservativos bien escondidos, limpieza exhaustiva de “huellas”, control de gastos, que no atiendan celulares, reuniones imprevistas, cansancio exagerado. Todo esto forma parte de los ritos cotidianos que debe construir un infiel… si quiere que nada se note, claro.

La vida de un infiel se resume en: “andar de trampa”. Pero cuando hablamos del infiel hablamos tanto de hombres como de mujeres. Contrariamente a lo que el colectivo social piensa, las mujeres también engañan. Ambos sexos tienden alguna vez en su vida a probar el fruto prohibido.

De hecho la palabra casamiento ya augura un mal futuro. Si se la divide en dos, surgen dos nuevas palabras: “casa” y “miento”. Pero este tema no solo involucra a los casados, también los novios o novias pueden ser infieles. La palabra novio posiblemente derive de “nobus” que significa velo de novia. Aquel que se usa para que no se les vea la cara o bien para que vean turbio. Pero como la idea es que lo turbio no se note, los infieles hacen malabares para ocultar sus aventuras también.

Una de las mil excusas son: reuniones de trabajo, descompostura del auto, reuniones con amigos…

Las excusas para cuando la infidelidad se vuelve una adicción van desde una simple reunión laboral hasta un viaje de fin de semana.

La experiencia de aquellos que se dedican a ser infiel cuentan que cuanto más larga y más afianzada es la infidelidad las excusas que se barajan son cada vez más elaboradas. Al principio les alcanza con una escapada fácil de ocultar pero a medida que la relación se va formalizando ya no se conforman y quieren pasar más tiempos juntos. Eso implica mentiras premeditadas.

En relación a la rutina de los infieles estos tienen su propia teoría: los amantes jóvenes suelen tener encuentros más frecuentes. Por el contrario, los más veteranos se ven menos veces.

Según el especialista Mariolino los jóvenes buscan hacerse escapadas en todo momento. En horario laboral, en el almuerzo…cualquier momento es bueno para escaparse. Por semana tienen, mínimo, 2 encuentros. Los más adultos, en general se ven cada 15 días. No tienen tanta intimidad.

Prefieren excusarse con salidas al campo, encuentros con amigos, salidas de juego…algo un poco más relajado.

Sin embargo, no todo es color de rosa, la infidelidad también estresa, como es el caso de fumar mucho, masticar todo el tiempo algo, mirar mil veces para el mismo lado. Vivir de trampa no es tan fácil. Los infieles se vuelven un poco paranoicos.

Los hombres llegan al estacionamiento y en vez de subirse a su auto, se toman un taxi por si los siguen. Las mujeres, caminan y miran cada dos metros para atrás con la idea que su pareja puede estar ahí.

Los principales síntomas y rasgos del infiel son en relación a la disminución de las relaciones sexuales con la pareja oficial, la distracción, discusiones sin sentido, mayor producción en cuestión de imagen, son algunas de los síntomas que se evidencian ante la pareja cuando alguno “se está tirando una cañita al aire”.

Para la licenciada en Psicología Moisín, la inmadurez afectiva, la falta de diálogo en la pareja y la idealización son características del infiel. Sin embargo, aclaró que dentro de estos parámetros cada persona actúa de manera diferente.

En lo que a la idealización se refiere, muchos son los que ven a sus parejas como perfectas, pero cuando esta fantasía cae, buscan afuera aquello que dejó de responder a sus ideales. En este caso, para Moisín, hay que procesar la idealización. Es decir, “entender que la persona que tenemos al lado no es perfecta y que puede ser amada”, explicó la psicóloga.

Para finalizar:

Lo cierto es que el mito popular sostiene que de la muerte y la infidelidad no se salva nadie… por eso, si ya caíste en ser infiel o piensas serlo no seas Desleal…


Adela Tannous

. . .

Esta vez no te voy a decir lo mucho que te quiero,
al contrario solo pretendo que lo sepas,
no te diré cosas cursis ni nada por el estilo;
al contrario solo te diré que eres mi amig@
y seguirás siéndolo el resto de mi vida,
que si me equivoque una y mil veces te pido perdón,
que si no supe estar cuando me necesitaste,
me perdones, no fue con intención.

Sabes que eres importante en mi vida,
que sin ti estaría perdid@,
y que desearía estar contigo,
ahí en donde estas ahora, pero creo que estas muy lejos
además de que mis diferentes ocupaciones no me lo permiten,
que desearía tanto poder decirte tantas cosas…
como que… me haces falta, que te extraño
y que no es necesario hacerlo porque lo sabes,
perdóname por no estar ahí,
pero sabes que siempre estaré para ti
hoy aquí quiero que sepas que te necesito
y que quiero que necesites de mi todos los días
al menos así me sentiría un poquito útil.


A pesar de todo
sabes eres la única persona a la que le importe
cuando caí, y a la única a la cual le agradezco
me haya ofrecido su mano y me ayudo a levantarme
la única… que me ofreció su hombro para llorar
la única… que estuvo ahí cuando me sentí morir
me devolviste las ganas de vivir y sentir
te quiero y no te olvido
aunque ya no este ahí contigo

Adela Tannous

Deber y Querer

Había una vieja bicicleta en casa, colgada siempre de un lado en el estrecho patio colindante a la cocina. Uno de mis pasatiempos favoritos era darle vueltas a la rueda delantera para verla girar y girar. Cuando el movimiento amainaba, mi mano se encargaba de hacerlo reanudar, permaneciendo extasiado por eternos minutos contemplando sus revoluciones. Ignoro cuál pudo haber sido el subyugador misterio de las vueltas sin fin de aquel aro oxidado, pero me sentía cautivo de ellas. Ha pasado el tiempo y esa rueda añorada pareciera seguir girando, aunque ya no forma parte de un juego ni soy quien la hace girar. Ahora soy el que gira y gira atrapado entre sus rayos bajo el impulso de una mano invisible, que no es la mía.

Hay una verdad que no se puede rehuir ni aligerar. Muchos de los que estamos disgustados con el mundo y trabajamos sin descanso para reinventar la manera de habitarlo, estamos subidos en el mismo barco y formamos parte de una misma tripulación. Como el destino de la nave es Ítaca, el osado viaje impone obligaciones comunes que no cabe eludir. Pero el camino es fascinante, aleccionador, arriesgado, misterioso, y no existe una sola manera de vivir la travesía o de enfrentarla y aprender de ella. Hay que ayudar a mantener el barco en rumbo y hay que luchar contra los cíclopes, sobre todo con los que se meten en tu alma haciéndote sentir más grande de lo que en verdad eres, pero necesitamos permitirnos a la vez visitar los emporios de Fenicia o a los sabios ancianos de Egipto. No podemos dedicarnos sólo a remar y remar.

Según Kavafis, necesitamos también del nácar y el coral, de todos los asombros de la ruta, pues debemos llegar enriquecidos al destino que buscamos conquistar. El asunto es que no siempre nos parece eso posible y hasta nos sentimos atrapados a veces en un dilema moral. Hay responsabilidades que pesan sobre tus hombros por su gravedad o por la importancia que tienen, hay otras que te agobian por la velocidad que te demandan, hay varias que se sufren porque se suman y se juntan en el tiempo, hay algunas que abruman porque te exigen algo más de lo que puedes dar de ti mismo, y también hay las que doblegan tus espaldas por reunir todas las cualidades anteriores en una sola o en varias tareas a la vez.

Y si todas ellas son de algún modo ineludibles y aportan a tu vida o a la vida de los demás no sólo un beneficio sino el valor del deber cumplido, pero no atraviesan plenamente la zona de tus deseos, puedes agregar un punto más a ese estado sordo de desasosiego que no logras ahuyentar ni en tus periodos de tregua.

Luego, no querrás bajar en ningún puerto, ni desear siquiera el ámbar o el ébano para deleite de tus ojos. Por lo mismo, tampoco creerás correcto ocupar el lugar del ilustrador de la ruta, el del cronista o del narrador de aventuras, ni el del cocinero exquisito, del avizorador de horizontes, del trovador más diestro en las artes del laúd o el de sagaz consejero del capitán. Sentirás que sólo hay un puesto verdadero para llevar la embarcación a la tierra prometida o que sólo hay un sitio disponible para ti. Y no te será fácil descubrir que tan importante como encontrar tu lugar en el trayecto, es aceptar que hay más de uno a la medida de tus dones y tus expectativas.

Al final, quizás ni el aro de mi vieja bici fue un simple objeto de mis juegos infantiles ni yo un juguete inerte de los movimientos apremiantes del aro imaginario de mis compromisos adultos. Porque siempre habrá dinámicas que yo pueda generar desde el corazón y otras a las que deba sumarme con no menos ilusión e intensidad, y en ambos casos con la misma necesidad e igual derecho. Encerrarnos en sólo una de ambas posibilidades puede ser lo que termine empobreciéndonos o dejándonos a merced de la culpa.

Aceptarlo, claro está, tampoco eliminará el conflicto de vivir varias vidas en una y en el mismo cuerpo, como en la canción del pirata de Joaquín Sabina. Pero al menos extinguirá el tormento de sentirnos traicionando a Ulises el día que queramos soltar el remo por un rato, para convertir a Ítaca en una sencilla canción de amor.

lunes, 1 de agosto de 2011

Amor, Odio y Pasión

La música es como la poesía
uno interpreta en su corazón
melodías, a veces de alegría,
otras de melancolía sostenida
es el amor, el odio o la pasión.
Triste música me pusiste
marchosa canción elegiste
pegadiza letra escribiste.

Más allá van y llegan las letras
más lejanos reflejan los versos
esos que unos leen como tristeza
pero otros encuentran allí belleza.

La poesía es pasión escondida
en corazón bohemio replica
escupiendo letras malditas
replicando letras benditas.


Sueña apasionadamente al escuchar
imagina con pasión al leer
disfruta del amor, el odio y la pasión

Esto como ves es arte al revés
escribiste con alegría
llorando tu tristeza
escribiste con melancolía
riendo tus grandezas
versaste en poema veloz
de como escuchar una canción.

Quiero, Odio, o tal vez Temo



Egoistamente... me quiero,

lo que hace que a la vez me odie

pero, es cierto, en el fondo ... me quiero

más tampoco me queda otro remedio

ya que eso es el todo del cual yo

...verdaderamente, dispongo...

(para ir callejeando

a mi versatil antojo

en ese viaje sin retorno)

No hay más, tampoco menos

y no es poco lo que poseo

por eso, no me equivoco

... a veces, me quiero...

llegando a dejar a un tal Narciso

en sumo grado anonadado

... mientras, que otras, ¡ay, otras!

otras veces bien me odio,

con pasión y alevosía,

tal sádico tirano masoquista

dejando constantemente ciego

al mas mísero de los tuertos

Perpétuos polos opuestos

que querría dejar de lado

pero con los que bien creo

tengo compañía para rato

Lucha entre dos entes

eternamente cambiantes

sin llegar a variar la esencia,

que es lo importante,

y lo que al propio tiempo

les hace ser tan dispares

Cansina ambivalencia

que agota a cualquiera

Éxtasis extasiante

que seduce extremos anhelantes

que ciega o pone su velo

que oculta o dificulta

la visión o nubla el sentido

que te acompaña a la calma...

o desata pesadillas, fantasmas...

(que se encuentran encerrados

apretujados, encajonados

y de cuando en cuando se escapan

por entre los resquicios

de esa puerta mal cerrada)

Antiquísimo desván

relíiquia misma de sí mismo

simiente, abono,

adversión, hastío,

eterna contienda,

antíguos caminos...

muchas más de miles

de veces ya recorridos...

Y, me quiero...

por ser capaz de seguir aquí

Y, me odio...

por ser incapaz de proseguir

Sí, me quiero...

porque vislumbro dónde puedo llegar

Sí, me odio...

porque conozco cómo me puedo dejar

Y pienso, si quizás...

esto es simplemente

lo que a veces sucede

cuando comienzas o empiezas

poco a poco a conocerte

Ya sabes que no lo sé

¿qué más quieres que te cuente?

sino los sentimientos envolventes

que en distintos ecos de instantes

aclaran y aturden mi tonta mente

Sí, me quiero...

como quiere la melancólica nostalgia

la añoranza de un recuerdo

Sí, me odio...

como odia el amante enamorado

la ligereza del tiempo

Y soy capaz de quererme

de múltiples maneras

Y soy capaz de odiarme

como lo puede hacer cualquiera

Y tanto más me odio

tanto más llego a quererme

Pues cuanto más me quiero

tanto más puedo odiarme

Porque me quiero...

cómo sólo yo puedo quererme

Porque me odio...

cómo sólo yo puedo odiarme

... Absurdeces de Momentos Inigualables ...


PAQUITOS: Una Lectura Inolvidable

Edición mexicana de "Marvila, la Mujer Maravilla".
Ya nadie lee las tiras cómicas o muñequitos como llamábamos en República Dominicana a las viñetas gráficas con diversos personajes que nos llegaban masivamente desde México y Estados Unidos. Cuantas nostalgias nos traen aquellas revistas de dibujos, donde muchos de mi generación aprendieron a leer o tomarle el gusto a la lectura. Otros simplemente las buscaban para reír, seguir aventuras, entretenerse y, más de uno , para cultivar ese arte humano hoy en decadencia que se llama "el sentido del humor". Para muchas cosas buenas sirvieron los paquitos o muñequitos.

Los sábados en la tarde, luego de cobrar nuestro semanal como monaguillo, de manos de Sor María de la Caridad, monja de la orden del Perpetuo Socorro en nuestro natal pueblo de Mao, nos dirigíamos puntualmente hacia la Farmacia Bogaert tras las historietas que publicaba la mítica Editorial Novaro de México sobre los más diversos personajes que encandilaban nuestra imaginación. Algunos las coleccionaban, otros después de leerlas las intercambiaban, muchos las vendían para seguir comprando nuevos números. En ese tiempo tenían un precio escandaloso para muchos "bolsillos pelados" como los nuestros: diez centavos. Costaban lo mismo que una batida de frutas con leche de la Barra Central o una entrada a la tanda dominical del viejo Teatro Jaragua que era mucho decir.

Aunque muchos expertos consideran este tipo de lectura como simplona, lineal y de poca profundidad narrativa, otros entienden que realmente llena una función educativa, considerando el amarre que hace hacia otras formas de lecturas más expresivas y provechosas culturalmente. Su contenido humorístico contagia con más facilidad que los textos no gráficos. De ahí el atractivo de esta modalidad de publicación hoy lejana a los niños. Cuanto nos deleitábamos con una serie de personajes tan variados como lectores tenían. Desde un Llanero Solitario enmascarado cabalgando su caballo "Plata" y siempre acompañado de un fiel amigo indio llamado Toro, hasta ese Superman todopoderoso que aniquilaba delincuentes, pero cuyo "pariguayismo" nunca le permitió dar un solo beso a su eterna enamorada Luisa Lane. Desde aquel Tarzán colonialista, afincado en África donde saltaba como los monos de bejuco en bejuco (lianas), hasta ese caballero misterioso de capa roja y sombrero de copa llamado Mandrake el Mago. Pasando por personajes sencillos pero llenos de chispa, como el pescador y aventurero mejicano Chanoc y su borracho padrino Tsekub Baloyán o aquella pareja de Benitín y Eneas, un grande y un chiquito que siempre andaban juntos o aquel matrimonio ejemplar que componían Lorenzo y Pepita Parachoques. Sin olvidar la Pequeña Lulú, simpática, alegre y juiciosa, amiga de Toby, Fito y Anita. Recuerdo a Daniel el travieso con su gorra ladeada y el tirapiedras en el bolsillo trasero rompiendo cristales por todo el vecindario.

Qué decir de Olaf el Vikingo quien nunca se quitó de la cabeza un casco pesadísimo con dos pullas de metal o un Trucutú tan truculento y pre-histórico como los hombres de la caverna. Nos maravillaba Batman, ese héroe de la Ciudad Gótica que junto a su inseparable camarada Robin se movía en el más apetecido de los automóviles, el Bati-carro y usaba los mejores artefactos: el bati-reloj, la bati-bota y creo que inventó hasta la batidora. Fascinaba El Fantasma, tan grandote andando con botas y traje de baño pero escondido tras un antifaz. Los varones nos enamoramos de La Mujer Maravilla, de senos exuberantes y una estrella en la frente, aunque respetábamos su perfil feminista y desbarata hombres. Los gringos nos hicieron confundir con un paquete de vaqueros malos que parecían los buenos de la película, con la ventaja de sus Colt 45 aniquilaban indios y bandidos que muchas veces eran más nobles y menos arrogantes (temo que ahí empezaron los famosos intercambios de disparos). Asoman a mi recuerdo los Hopalong Cassidy, Roy Rogers, Gene Autry y Red Ryder. Diferentes eran los animales que exportaba el Tío Sam que si tenían mucha gracia: El Pájaro Loco, Tom y Jerry, Garfield el Gato, Mickey y su novia Mimí (a veces sueño que ellos se casaron y de ahí han salido todos los benditos "mouse" que tienen las computadoras). Tribilín tan fiel como inolvidable, el Pato Donald y su novia Daisy y su capitalista Tío Mac. No podían faltar los espías como Dick Tracy, los marines imperialistas como As Solar o aquel otro marinero comedor de espinacas llamado Popeye. Te amo Oliva. Adorábamos a Archie, a Memín, a Beto el recluta, a Chiricuto (el más bruto de todos los guardias) y al flaco de Torombólo. No soportábamos al Dr. Merengue por su ironía e hipocresía ni a Ramona, aquella sirvienta tan estúpida como sus vanidosos patrones.

Desde el México lindo y querido surgieron muñequitos latinoamericanos que tenían mensajes más positivos y un contenido cercano a nuestras tradiciones. Con el título de "Vidas Ilustres" conocíamos las biografías de grandes personajes de la historia como Napoleón, Arquímedes, Sócrates o Alejandro Magno. "Vidas Ejemplares" era otra serie parecida pero abordaba las vidas de los santos de la iglesia. Una colección muy apreciada llevaba por nombre "Aventuras de la vida real" y recuerdo con especial asombro una colección titulada "Leyendas de América", donde se presentaban cuentos y creencias populares típicas de nuestros países latinoamericanos. Nunca he podido olvidar un capítulo de una de estas Leyenda de América donde se relataba la superstición de que "cuando un búho canta, un indio muere, esto no es cierto pero sucede", me causó mucha impresión esta leyenda folclórica de los aztecas quienes consideraban al búho como una figura demoníaca y de mal presagio. Decían que si el búho cantaba por las noches un indio moría. Pura tradición, pero resulta y viene a ser que pocas noches después de leer aquella tenebrosa narración, sobrevoló por nuestra calle una lechuza produciendo su misterioso graznido, al despertarnos al otro día se regó por el barrio que esa noche había muerto un conocido personaje, vecino del famoso Colmado de Sebastián, creo que en la Calle Luperón. ¡Vaya usted a ver!

Ya en nuestra primera juventud (ahora voy por la tercera), llegó Mafalda, la famosa tira cómica del dibujante argentino Quino. Aquello era otra fragancia. Tras esa niña (algunos llegaron a decir que era una adulta enana) protestona y desinhibida se apreciaban los toques de una ideología cultural nueva y comprometida, mensajes de contenido social y aires de rebeldía. Como le gustaban Los Beatles y detestaba las sopas, rápidamente hicimos empatía. Estaba rodeada de niños intelectuales, Felipe, Susanita, Miguelito y Manolito, formando un grupo que revolucionó la caricaturesca hispanoamericana. Una cosa es muy cierta, los muñequitos o paquitos hicieron más felices nuestro tránsito por los años infantiles. _ Cualquier tiempo pasado fue mejor! Al menos eso dijo el poeta español Jorge Manrique en las "Coplas a la muerte de mi padre".

Por: César Brea
ENLACE
Wizard Animation

Vista Áerea de Jaén - Perú


 
ir arriba