"Un amigo es aquel que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo".

Kurt Cobain

lunes, 14 de febrero de 2011

Amor y Obsesión

El amor no es prisión, ni desconfianza ni dolor, es la unión con fe de dos.

Amar a alguien es una emoción humana capaz de ayudar a reconciliarse con la vida, producir un cambio en la percepción y poder ver todo más bello.

Pero también, el que cree amar, puede volverse posesivo y cruel hasta el punto de poner en peligro la relación.

El falso amor se puede transformar en obsesión en personalidades depresivas que tienden a relacionarse en forma simbiótica.

Necesitan sentirse dueños del otro, como parte de sí mismos, para poder controlarlo y manipularlo y cualquier actitud de independencia es interpretada como falta de amor.

Pero si esa persona no puede crecer ni tener una vida propia, además de perder la oportunidad de desarrollar su potencial, pierde su identidad, enajenando su propia vida para mantener una relación enferma.

Según la teoría psicoanalítica, la personalidad depresiva es el resultado de un trauma en una etapa muy arcaica del desarrollo psicosexual, durante la lactancia, cuando todavía no hay reconocimiento del yo y del no yo.

El trauma es un acontecimiento imposible de controlar que provoca la incapacidad para responder en forma adecuada y que provoca perturbaciones en la organización psíquica.

Esa etapa narcisista en que el pecho materno es vivido como la prolongación o como un espejo de si mismo, tenderá a reiterarse en cada relación afectiva con personas significativas.

El amor obsesivo es un amor neurótico que también se basa en la forma de relación afectiva que se ha vivido con el padre o la madre, cuando no se ha superado ese patrón y se aspira a repetir las exigencias de la infancia en la vida adulta.

Freud sostenía que el hombre posee un irrefrenable deseo instintivo de conquista sexual de todas las mujeres y que sólo la cultura le impide hacerlo. Como consecuencia, todos los hombres son necesariamente celosos unos de otros y éstos celos, así como la competencia con otros hombres, continuará existiendo siempre.

Según esta afirmación se puede inferir que el verdadero amor sería realmente imposible.

La obsesión en el amor se caracteriza por el intento de control de la relación y de la pareja que representa un objeto más de propiedad del sujeto.

La obsesión en el amor no es amor, consiste más bien en tener a alguien seguro para usarlo.

No hay nada peor en el amor que convertirlo en una cárcel por el miedo a perderlo.

La angustia que provoca el miedo a la pérdida es la falta de fe, porque para amar a alguien de verdad hay que tener fe, y para tener fe hay que tener coraje, ser capaz de correr riesgos, estar dispuesto a soportar el dolor y la desilusión como parte de la vida y a comprometerse sin garantías.

El que se obsesiona considera a la seguridad y la tranquilidad como elementos esenciales en la vida, donde las posesiones, tienen primacía, sin darse cuenta que también él es un prisionero.

La fe en la vida y en los otros se adquiere cuando uno mismo es digno de fe.

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¿Amor Obsesivo? ¡Hay que Tener Cuidado!


Cachuy persigue a la flaca continuamente, se presenta de forma imprevista en los lugares que ella frecuenta, siente ataques de celos ante cualquier persona que se acerca a “su” amada, no respeta su espacio personal ni su intimidad. A veces el amor se convierte en una relación obsesiva y se pierde el control de la propia vida.

Para avanzar hacia una pareja sana y feliz hay que aprender a superar la dependencia emocional. Si uno de los dos es adicto al “te quiero”, ¡hay que tener cuidado! Incluso ha llegado a controlar sus llamadas telefónicas, mensajes de móvil y correos electrónicos, como un auténtico espía y afirma que no puede estar sólo o ir a ningún lugar sin ella.

El enamoramiento es una etapa de la relación en que es “normal” estar pendiente de la más mínima demostración de cariño de la otra persona, y en la que se desean los enamorados a todas horas, pero otra cosa es una relación obsesiva en la que la necesidad y dependencia puede convertirse en un calvario para ambos.

De acuerdo a los expertos la obsesión ocurre cuando la relación le genera a uno de sus integrantes un continuo o profundo malestar, pudiendo llegar a alterar o paralizar su vida cotidiana o porque le hace perder la capacidad de controlar sus impulsos y mantener comportamientos racionales.

El amante obsesionado no deja vivir al otro en paz y lo convierte en el centro de su existencia, relegando todo los demás a segundo plano.

Su dependencia emocional es tan fuerte, que puede compararse a drogadicción, y una separación de unas horas o un día, puede experimentarla como un síndrome de asistencia.

Aunque su droga no es la heroína o la cocaína, sino el amor. Un amor mal entendido y enfermizo, que termina por ser asfixiante.

Reportajes Efe

Amor Obsesivo


Enfermedad de amor

El amor obsesivo es aquel que se produce cuando el enamorado dedica cada segundo de su vida a la persona que le atrae.
Esto puede ser normal en la etapa del enamoramiento cuando se vive en una especie de euforia e irrealidad pensando todo el día en ese ser considerado maravilloso y único.
Una vez pasado el enamoramiento las emociones se calman y puede suceder que esos sentimientos se transformen en amor o se diluyan tan rápidamente como aparecieron.

Cuando el amor se transforma en obsesión

El amor obsesivo ocurre cuando la etapa del enamoramiento no culmina y por el contrario se acentúa cada vez más llevando a la persona a vivir exclusivamente para ese sentimiento.
Toda su vida gira alrededor de ese amor, no come ni duerme pensando en el otro, está pendiente de cada una de sus miradas, palabras, gestos o movimientos y sufre continuamente el temor a perderlo.
Si este tipo de amor se produce dentro de una relación es posible que la otra persona se sienta agobiada y tarde o temprano termine cortando el vínculo para verse libre de ese acoso enfermizo.

Cuando ese amor no es correspondido

También puede haber amor obsesivo hacia alguien con quien jamás se tuvo ningún vínculo amoroso, la persona que se enamora obsesivamente vivirá pendiente de ese otro con el convencimiento de que algún día será correspondida.
No racionaliza la situación, hasta el más mínimo gesto lo toma como un indicio del interés que logró despertar en el otro y se niega a aceptar que su amor no es correspondido.
En estos casos en lugar de asumir la realidad y tratar de olvidar la persona se obsesiona y centra su vida en el objetivo de conquistar ese amor.

Que hacer ante un amor obsesivo

Quien es objeto de ese tipo de amor por parte de otro debe hablarle con claridad explicarle que no existen sentimientos de su parte y que lo mejor es que intente vivir su vida y buscar otra persona de quien enamorarse.
En muchos casos por lástima o para no herir los sentimientos se alienta en forma consciente o inconsciente las esperanzas del enamorado obsesivo con ambiguedades o dando a entender que tal vez en algun momento pueda darse una relación.
Lo mejor es ser sinceros y cortar de raíz todas las ilusiones, es la mejor forma de ayudar a la persona supuestamente enamorada para que pueda continuar con su vida.

Que hacer cuando se siente amor obsesivo

Si bien dicen que en los sentimientos no se manda existen ciertas formas de controlarlos, lo primero es asumir y aceptar que el amor no se contagia, no basta sentir amor para que otra persona también lo sienta.
El hecho de amar a alguien que no siente lo mismo no establece un vínculo entre ambos, el amor es de una sola parte la otra no siente nada y por duro que parezca esa es la realidad, cuanto antes se comprenda menos sufrimiento habrá.
Si resulta difícil salir de esa situación es conveniente buscar ayuda profesional ya que puede haber un problema de autoestima o de necesidad afectiva y el psicólogo cuenta con técnicas para superar el problema, salir más fortalecidos y seguros de si mismos.

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